Gus desarrolló miedo a amar, miedo a ser amado, fruto de una vida donde el desamor era ganador. Valeria estaba profundamente enamorada de él. Una amistad llena de sentimientos y sensaciones que él no podía permitir. La alejó. Un corazón enjaulado que con el correr de los años se volvió inexistente.
Cuatro años después se volvieron a reencontrar. La imagen infantil e inocente de Valeria desapareció, dando lugar a una completamente distinta causante de una vida de sufrimientos ocultos. Gus podría jurar que lo odiaba, y él haría todo lo posible para revivir la amistad que arruinó, solo que aunque él no lo admitía, existía un vínculo más fuerte ¿Podría esta vez Gus permitirse amar?
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