martes, 3 de enero de 2017

Teoría Gamma

Cuento creado en el 2015.

*

Hace millones de años, dos mundos cohabitaban en un mismo universo, entrelazados, invisible para uno, intocable para el otro. Un mundo en donde la energía era ignorada, y otro en donde la materia no existía. Nosotros hemos decidimos llamarlos esnigmas, los dividimos en Alfa y Beta. Beta, el esnigma predominado por la ambición, la lujuria y el egoísmo, era una ilusión óptica de Alfa. El último nombrado, suele ser recordado como el paraíso de Beta. Alfa era considerado superior, ya que, no necesitaba la materia para comunicarse, era un conjunto de energías libres y armónicas, mientras que Beta era un espacio en donde la materia y la energía debían complementarse para formar un cuerpo. La energía se volvía densa y negativa en distintos estados por los que ésta pasaba en una dimensión física, llamado tiempo, lo cual es inexistente en nuestro universo. Muchas teorías sostienen que Alfa es el repechaje de almas que cumplieron una determinada serie de estados o fases en Beta, para poder volver con más sabiduría.
Sin embargo, los seres de Alfa eran atraídos a Beta como si las conexiones formadas ahí, en el mundo físico, los llamaran de una forma magnética. La densidad y la fuerza que dejaron en ese esnigma en su tiempo transcurrido, resurgían de partículas de energía que quedaron flotando luego de la partida de cada esencia energética que dejó un cuerpo físico. La presión que generaba todo esto, llevó a que en varias partes de Beta surgieran agujeros invisibles para sus habitantes. Cada vez que aparecía uno, todos los tipos de fotones eran absorbidos por un segundo, como un parpadeo y luego volvían. Por cada uno de esos agujeros la energía pasaba lentamente hacia el otro mundo, ambos esnigmas combinándose. Luego de miles de veces que su planeta dio vueltas en un mismo eje, los seres físicos de Beta, empezaron a notar cambios, empezaron a sentir la energía. Se volvieron consientes de que algo podría estar sucediendo, observaron más allá de sus expectativas. De algún modo, se volvían más sabios, comprendían y respetaban aquellas cosas que resultarían inimaginables para ellos. De todos modos, la codicia y la ambición no cesaba todavía. Querían investigar todo lo que pasaba, sabían que no era normal. Encontrar una manera de detener eso y utilizarlo para su propio beneficio. Por otro lado, los seres de Alfa, también cambiaban. La energía estaba alterada. De alguna forma inexplicable lograron hospedarse en cuerpos físicos, echando al huésped original. La avaricia y crueldad que constituían energía negativa los contagiaba. Razonaban sobre lo que sucedía, pero no se volvían ignorantes como los habitantes de Beta. Ellos sabían lo que estaba sucediendo, su nivel de consciencia los superaba en cualquier cantidad. Necesitaban encontrar una solución, una que para ellos sería la más bondadosa. Tenían que encontrar una manera de prevalecer antes de que el espacio y tiempo dejaran de existir. Tenían. Tenían que eliminar a Beta. Los seres de Alfa se reunieron para formar un solo ser inmenso. Unieron sus energías individuales y trataron de expandirse. El esnigma Beta estaba sobrecargado, ya qué, ahora los seres de Alfa estaban en Beta. El universo estaba perdiendo su control. El ahora ser de Alfa empujaba  de tal forma a los seres de Beta que se estaban complementando, empezaban a cohabitar en mismos cuerpos físicos. Todo esto iba contra las leyes del universo que se habían planteado hace millones de años. Nunca nada como esto había pasado. Alfa había subestimado estas leyes, además subestimó a Beta, y la conciencia se veía arruinada por los defectos de este esnigma.  Por más que estos otros seres eran bastante inconscientes de lo que sucedía en ese momento, algo por dentro, esta energía encapsulada en un cuerpo físico junto al nuevo huésped (Alfa) trataba de impedir el completo ingreso de este. Las dos energías peleaban para echarse. Y al complementarse, lentamente, todo el universo se vería afectado. ¿Qué podría suceder?

Los cuerpos no pudieron soportarlo. Se desvanecieron, y las energías tuvieron que salir de estos. Eran como burbujas de diferentes colores. Beta las negras y Alfa las blancas. Al separarse y luego rozarse explotaban. Se convertían en algo nuevo, lo que aún tratamos de descubrir. Nuestro nacimiento. Estas partículas de diferentes seres que se habrían juntado en esta dimensión sin tiempo, pero que aún así podemos describirlo. Existiendo en este universo. Sin mundos. Solo nosotros. Logramos llegar a esta teoría gracias a que adaptamos características tanto de Beta como de Alfa. La mitad de la conciencia de Alfa nos ayudó a recordar que fuimos por ese lado, y de Beta conseguimos virtudes y defectos, una forma de diferenciarnos entre sí. Por fin podemos decir quiénes somos y poder entenderlo. Somos Gamma. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario